Del total de población 112 millones 336 538 somos mujeres un 51.16% y aun en el siglo XXI, seguimos peleando por la emancipación, pues nos damos cuenta que los derechos que supuestamente otorgó el Estado es una falacia, una gran mentira que solo sirve para mantener subyugada la lucha de la mujer hacia la autoridad y rebajar su lucha a una simple lucha de género.
La mujer proletaria con conciencia de clase se da cuenta hoy de que el derecho de votar ya no representa una alternativa que erradique la explotación asalariada de los 24.5% del total de hogares mexicanos que son sostenidos por mujeres, de este sistema político y económico que va en contra de sus intereses. Que las instituciones creadas para la defensa de nuestros derechos jamás podrán representar a la mujer oprimida pues representan los intereses de la burguesía.
México es un país de jóvenes, la mitad de la población tiene 26 años o menos, pues bien es un país de mujeres jóvenes con 15 millones 167 260 entre la edades de 15 y 29 años que se encuentran ya en las filas salariales con un 36% de los 47.1% jóvenes trabajadores. Es aún más evidente al considerar la situación según sexo en los quehaceres del hogar donde el 38.4% de las mujeres jóvenes realiza estas tareas contra el 0.8% de los hombre jóvenes.
Aboliremos el carácter de educación familiar burguesa que nos han implantado. Recordemos el año 1909 las obreras de la fábrica de blusas Triangle, en New York, retomemos el ejemplo de la Sublevación de las 20.000 Costureras hoy construyendo el Frente Nacional de Mujeres Proletarias.
Son tareas de hoy convocar a la organización de otros sectores de mujeres como el estudiantil, indígena, amas de casa, asumiendo que la columna vertebral de éste organización son las mujeres proletarias mineras, electricistas y petroleras, es decir, una organización de mujeres que aspire a tener un carácter de clase y un proyecto revolucionario que se diferencie del estilo de trabajo de las diversas tendencias que desde la pequeña burguesía pretenden aparatar la lucha de las mujeres de la lucha por la revolución proletaria.
Aspiremos mujeres a hacer de este 8 de marzo, año con año combatido de paro laboral de reivindicación de clase, de movilización callejera.