El próximo 5 de abril se concluirá en la ciudad de México el “debate Nacional sobre el uso de la Marihuana” que comenzó con el anuncio de Osorio Chong en el mes de enero de la realización de foros en diferentes partes del país y donde se convoca a especialistas, investigadores y organizaciones a participar, pero sobre todo se ha realizado una importante campaña mediática para captar la atención de la juventud. Las definiciones que se tomen en esta materia serán presentadas en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas para el debate de drogas en el mes de Abril.
Este proceso es una campaña mediática para influir en la juventud, los partidos políticos buscan hacer “democracia” en este aspecto para que el principal sector de la población que manifiesta rechazo al sistema” democrático” burgués centre su interés en sus propuestas y no en la situación política y económica que se vive en México.

Nos debe quedar claro que la posición que se asuma en el país frente a la legalización de la marihuana, no será  ni la más científica, ni la más consensada, ni la más necesaria para el pueblo de México, esta posición pasará por los intereses del imperialismo, que no solo en nuestro país sino a nivel mundial contempla la posibilidad de legalizar uno de los negocios más rentables, no solo por las posibilidades que genera para la industria de crecer sus ganancias, sino porque al mismo tiempo  el sistema requiere mayor control ideológico sobre las masas explotadas y oprimidas. En México no solo ha crecido entre la juventud el consumo de Marihuana casi exponencialmente del 2002 a la fecha, sino que el consumo de alcohol y tabaco también se ha disparado a pesar de las supuestas campañas contra las adicciones, esto es consecuencia de la falta de alternativas para los jóvenes y del control ideológico que el sistema genera a través de los medios de comunicación, donde el consumo de estas sustancias se coloca como un aspecto indispensable para el esparcimiento, como un elemento que permite obtener un mayor estatus social, o inclusive como la mejor forma de expresar rebeldía frente a lo establecido, y así con esta influencia ideológica del sistema  organizaciones y colectivos juveniles centran sus reivindicaciones y lucha en la legalización, sin ubicar  que en este sistema las drogas en general se convierten en una herramienta para la explotación y enajenación, que separa de la realidad a la juventud y de lo cual el régimen busca aprovecharse en este “debate Nacional”.