¡Mujeres en lucha, mujeres en acción,
mujeres por la revolución!
La historia de la mujer, es la de la lucha de clases, mientras no exista una sociedad sin clases la mujer seguirá bajo el yugo de la explotación y de la opresión. En todo México suman ya más de 16 millones de mujeres que representan el 40% de la población económicamente activa; de ellas, el 55% recibe ingresos inferiores a dos salarios mínimos.
La
incorporación de las mujeres a la producción, es un fenómeno progresivo y
necesario para la explotación capitalista, la traducción de la participación de
la mujer en las diversas ramas de la producción en México se desarrolla de la
siguiente manera:
Industria de la construcción:
De un total de 689 mil 243 personas ocupadas en dicho sector, 75 mil 791 son
mujeres. Industrias manufactureras: es la que mayor porcentaje
representa a la mujer, destacándose que una de cada tres plazas en el sector es
ocupada por una mujer, lo que corresponde al 34.3% del total del personal
ocupado en el área. Son 15 ramas económicas del sector que subrayan como las de
mayor ocupación de mujeres. Entre ellas se encuentra la fabricación de partes
para vehículos automotores (19.3%); elaboración de productos de panadería y
tortillas (10.6%); confección de prendas de vestir (6.8%); fabricación de
componentes electrónicos 5.9%. Industria del Transporte:
Quince de cada 100 personas ocupadas en el sector transportes son mujeres (15.3%).
Dicha participación se divide en el sector transportes, correos y
almacenamiento, conformado por el transporte aéreo de pasajeros y carga,
marítimo, el ferrocarril y el autotransporte de carga y de pasajeros. Industria del comercio:
Entre las ramas en las que se concentra la mayor participación de las
mujeres se encuentran las tiendas de abarrotes y alimentos, productos textiles,
bisutería, vestir y calzado, artículos de papelería, así como tiendas de
autoservicio y departamentales. (http://www.lja.mx/2015/03/16-millones-de-mujeres-representan-el-40-de-la-poblacion-economicamente-activa-en-mexico/)
Los clásicos del marxismo-
leninismo nos enseñaron a cuestionarnos es entonces lucha de género o de
clases, ¿igualdad para qué clase?, ¿bajo
qué costos? Un sistema que está destinado a morir no puede asegurar las
condiciones de subsistencia de la humanidad. El destino para hombres y mujeres
proletarios es el mismo bajo el capitalismo-imperialismo: explotación, miseria,
hambre, muerte.

Los intereses del burgués para
seguir manteniendo y profundizando su dominación entran en contradicción cuando
la mujer sigue en las tareas del hogar; ya que la maternidad influye en el
nivel de participación en el trabajo remunerado; a medida que aumenta el número
de hijos, su inclusión en el mercado laboral disminuye, para el capitalista
resulta más productiva la mujer proletaria que la mujer ama de casa, toda vez
que la realidad nos demuestra que las mujeres viven 5.5 años más que los
hombres; para 2030, la mayor longevidad de la población femenina se traducirá
en la expectativa de vivir 4.8 años (http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/101239.pdf)
más que la población masculina; asimismo, se puede apreciar que la esperanza de
vida de las mujeres aumentará 1.9 años, mientras que la de los hombres 2.6; es
decir, los años de los que podrán gozar los capitalistas de la plusvalía aumenta
en proporción la longevidad de las mujeres por simple o complejo que parezca el
trabajo es una reserva importante para la explotación. Luego entonces, es más
productivo y genera mayor riqueza para el capitalista la mujer proletaria que
transforma la materia prima en mercancía, es decir trasforma el capital, que
una mujer esclava de la cocina, de la
cama y de los hijos realizando tareas del hogar, entonces, todas las declamaciones burguesas sobre la familia
y la educación, sobre los dulces lazos que unen a los padres con sus hijos,
resultan más repugnantes a medida que la gran industria destruye todo vínculo
familiar para el proletariado y transforma a las mujeres en un objeto más
dentro de la cadena de la producción asalariada.
Por ejemplo: Las mujeres que, en
el segundo trimestre de 2013, tenían entre 1 y 2 hijos participan (45.9%) en el
trabajo remunerado; a su vez, las que cuentan con 6 hijos o más registraron la
menor participación (21.6 por ciento). Las mujeres sin descendencia se ocupan,
en promedio, 6 horas más a la semana respecto a las que tienen más de 5 hijos. La
mujer trabajadora bajo la anarquía de la producción capitalista tiene
repercusiones anémicas, la diferencia entre hombres y mujeres en 2014 en cuanto
envejecimiento fue de 5%, la tasa de fecundidad ha caído de 1999 de un 2.9% a
un 2.2% en 2014, de 3 hijos en 1999 a 2 hijos en 2014.
La lucha ideológica sobre los problemas que enfrenta la mujer
Como señalaba Marx en la producción social de su vida los
hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su
voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de
desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas
relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base
real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que
corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de
la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual
en general. Es así como el análisis de la situación de la mujer debe
situarse inicialmente en el proceso productivo, que como hemos señalado la
mujer tiene un papel cada vez más activo y está circunscrito al proceso de
explotación capitalista el cual incluso golpea a la mujer obrera con salarios
más bajos que los hombres o más extenuantes para sus características
biológicas; de las relaciones de
producción y la estructura económica debemos pasar a analizar las formas de
conciencia social, es decir la ideología que parte de estas relaciones de
producción. La ideología dominante es la del capitalismo, la forma en que se
reafirma la explotación y decadencia de este sistema se expresa en las formas
de conciencia social; dentro de estas formas está el denominado machismo,
concepto empleado para referir a la forma de pensamiento en la que se pone por
encima el papel social del hombre con respecto del papel de la mujer y en el mismo sentido como estructura de organización
social tenemos al denominado patriarcado donde la autoridad social recae en
el hombre, ambos aspectos se manifiestan en la sociedad actual y deben ser entendidos como resultado de las
relaciones de producción, ambos se empiezan
a desarrollar en el momento histórico en que la división del trabajo pone al
hombre como productor y proveedor de la producción, pero al mismo tiempo fue
necesario que se desarrollase la
propiedad privada, que el ser humano se apropiase del trabajo ajeno
esclavizando a otros hombres y mujeres, corrompiendo
su naturaleza, poniendo al individuo por encima del colectivo, al jerarca por
encima de la tribu, a la violencia organizada como forma de control (el Estado), de lo contrario la apropiación de la mujer
como objeto y la opresión mediante la violencia abierta no hubiesen formado
parte de la conciencia social que se desarrolló y que tiene su origen en el
esclavismo. En síntesis el machismo y el patriarcado surgen sobre la base de la
propiedad privada, como parte de la superestructura, no tienen su propia
historia ni su propio desarrollo, como la burguesía trata de hacer creer para
quitar de las reivindicaciones de la mujer la abolición del régimen de la
propiedad privada, más aun cuando el sistema capitalista con más agudeza convierte las relaciones sociales en general
y familiares, de pareja y demás relaciones particulares en relaciones
económicas, y la ideología burguesa convierte al hombre en mercancía, al
sujeto en objeto y es ahí donde el papel de la mujer es más denigrado, porque
el sistema la convierte en una mercancía que puede ser comprada, y quien no
puede comprarla puede robarla, la violencia sexual y demás tipos de violencia
contra la mujer son inherente al sistema
capitalista regido por la propiedad privada, porque deshumaniza al ser humano,
exacerba los instintos naturales para poner la búsqueda del placer como aspecto
fundamental en la conciencia humana y pone los intereses individuales por encima de los colectivos; el
índice de feminicidios esta disparado en México lo mismo que las vejaciones
físicas y morales los golpes, el maltrato familiar, los abusos sexuales, en el
periodo del 2007 a 2012 se cometieron en México 1909 feminicidios (ya
comprobados y verificados), cantidad que significa un tasa de 3.2 crímenes por
cada 100 mil mujeres. Dicho promedio de homicidios ubica nuestro país por
encima de la tasa mundial de feminicidios. 6 mujeres son asesinadas al día.
Es por lo anterior que todas las
reivindicaciones de la mujer proletaria deben
y forman parte del programa de los revolucionarios y comunistas, es por lo que
establecemos que todas las reivindicaciones de la mujer serán conquistadas solo
si transformamos mediante la revolución proletaria el régimen económico
político y social y con el abolimos toda
la ideología burguesa.
La mujer proletaria piedra angular para la construcción de una nueva
sociedad sin explotados ni explotadores
La relación directa, natural y necesaria entre dos seres humanos es la
relación entre el hombre y la mujer. Y en ella se manifiesta, asimismo, en qué
medida la actitud natural del hombre se ha hecho humana. En esta relación se
revela también hasta qué punto las necesidades del hombre han pasado a ser
humanas, hasta qué punto, en su existencia más individual, es al mismo tiempo
un ser colectivo. (C. Marx, Manuscritos económicos-filosóficos de 1844)
La mujer continúa siendo esclava
del hogar, a pesar de todas las leyes liberadoras, porque está agobiada,
oprimida, embrutecida, humillada por los pequeños quehaceres domésticos, que la
convierten en cocinera y en niñera, que malgastan su actividad en un trabajo
absurdamente improductivo, mezquino, enervante, embrutecedor y fastidioso. La
verdadera emancipación de la mujer y el verdadero comunismo no comenzarán sino
en el país y en el momento en que empiece la lucha en masa dirigida por el
proletariado dueño del poder del Estado contra esta pequeña economía doméstica,
o más exactamente, cuando su trasformación en masa en una gran economía
socialista.
En ningún estado democrático ni
siquiera las repúblicas capitalistas más avanzadas, han conseguido la igualdad
jurídica de la mujer, porque donde exista capitalismo, donde se mantiene el
poder del capital, los hombres siguen gozando de privilegios, en los países
donde la inserción de la mujer en los cargos políticos, como el caso de México
50% de mujeres en el senado, no es garantía de representar los derechos,
necesidades y aspiraciones de las mujeres trabajadoras, sino un espacio de
vanidad y orgullo de la mujer pequeño burguesa y burguesa conciliando y velando
por los intereses del capital. Donde hay terratenientes, capitalistas y
comerciantes, no puede haber igualdad entre el hombre y la mujer ni siquiera
ante la ley.
Donde no hay terratenientes, ni
capitalistas ni comerciantes, donde el poder de los trabajadores edifica la
nueva vida sin estos explotadores, existe igualdad entre el hombre y la mujer
ante la ley, pero esto no basta.
¡LA IGUALDAD ANTE LA LEY NO ES IGUALDAD ANTE LA VIDA!
Al tener que dedicarse a los
quehaceres de la casa, la mujer vive coartada. Para la plena emancipación de la
mujer y para su igualdad efectiva con respecto al hombre, se requiere una
economía colectiva y que la mujer participe en el trabajo productivo común.
Como es lógico no se trata de
igualar a la mujer en cuanto a la productividad del trabajo, al volumen a la
duración y a las condiciones del mismo, porque eso es lo que busca el
capitalista en base a garantizar mayores ganancias a costa de la explotación; sino
de que la mujer no se vea oprimida por su situación económica diferente a la
del hombre. Sobre la mujer pesan todos
los quehaceres de la casa, los más improductivos, más bárbaros y más penosos de
cuantos realiza la mujer. Este trabajo es extraordinariamente mezquino, no
contiene nada que contribuya de algún modo a los progresos de la mujer.
Las aspiraciones deben girar en torno a suprimir la explotación de los
trabajadores por los empresarios, banqueros, patrones, destruir el dominio del
capital. Conseguir que hombres y mujeres trabajadoras organicen su vida sin
propiedad privada de la tierra, fabricas, todo ello llevará a resarcir la
miseria, esclavitud asalariada. La tarea principal del movimiento obrero
femenino consiste en la lucha por la igualdad económica y social de la mujer, y
no solo por la igualdad formal. La tarea principal es incorporar a la mujer al
trabajo social productivo, arrancarla de la “esclavitud del hogar”, liberarla
de la subordinación –embrutecedora y humillante- al eterno y excepcional
ambiente de la cocina y del cuarto de los niños. (Lenin con motivo del día
internacional de la obrera)
La igualdad por la que lucha la
mujer proletaria, la mujer comunista, no es la que promueve la burguesía,
comunidad de mujeres y hombres libres; es decir la prostitución, no habrá
cabida a la extinción de las violaciones sexuales toda vez que la mujer es
vista como propiedad privada, como mercancía, en términos vulgares; la mujer y
su valor de uso y valor de cambio visto como su única contribución social interpretando la producción de hijos
bajo el derecho divino y la moral burguesa, reduciendo la lucha a la legalidad
del aborto y el amor libre.
La mujer y la revolución proletaria
La URSS fue un ejemplo vivo de
trasformaciones para la mujer, contagiando de espíritu de lucha a todo el
mundo, no solo se trató de la lucha por la democracia, equidad e igualdad, sino
la lucha por la trasformación del sistema de raíz.
La mujer soviética ganó la prohibición
del trabajo femenino en las ramas en las que es perjudicial para el organismo
femenino; prohibición del trabajo femenino nocturno; liberar a la mujer del
trabajo ocho semanas antes y ocho semanas después del parto, manteniendo el salario
completo durante todo este tiempo, como asistencia facultativa y medicamentos
gratuitos. Instalación en todas las fábricas y demás empresas, donde trabajen
mujeres, de casas-cuna para niños de pecho y corta edad y de locales para la
lactancia; liberar a las mujeres lactantes del trabajo cada tres horas como
máximo y no menos de media hora cada vez; consecución de subsidios a madres
lactantes y reducción de su jornada de trabajo a seis horas La tarea principal
de la organización y movimiento de mujeres consiste en la lucha por la igualdad
económica y social de la mujer, no solo por la igualdad formal decretada por el
capitalismo. Los comedores públicos, las guarderías, los jardines infantiles,
son medios sencillos y ordinarios nacidos en el capitalismo pero aislados, con
proyección de empresas mercantiles, lucrando, pero mejor organizados y
planificados capaces de emancipar a la mujer capaces de extenderse a toda la
sociedad, a todos los trabajadores.
En México, una de las
prestaciones más importantes para las madres trabajadoras remuneradas es
disponer del servicio de guardería para sus hijos, la mujer puede ignorar que
es una victoria de la revolución proletaria, del germen de socialismo en la
URSS; las cifras indican que de cada 100 mujeres subordinadas y remuneradas con
hijos, 80 no tienen servicio de guardería.
La emancipación de la mujer está
ligada al trabajo, a la organización política a la lucha por la trasformación
de la sociedad en plena unidad con los demás sectores de la sociedad, la lucha
es del género humano contra el capitalismo, no existe lugar para la lucha de la
mujer aislada del movimiento popular. Mientras la mujer no luche en este
sendero, es decir subsista el embrutecimiento de la mujer a las tareas
domésticas, su incomprensión de los ideales revolucionarios y decisión para
luchar hará del proceso de emancipación de la mujer, uno más lento.
La emancipación de la mujer
mediante el trabajo, la elevación de la preparación profesional y social
equiparable con establecimientos públicos: cocinas y comedores comunitarios,
lavanderías gratuitas; es decir revolucionar de fondo las tareas domésticas
individuales como responsabilidades de la sociedad. De esta manera la mujer
tiene la plena posibilidad de actuar en la sociedad de acuerdo con sus
capacidades e inclinaciones. En cuanto a los niños les ofrecen condiciones más
favorables para su desarrollo que las que pudieran tener en casa. Esto
representa poco en comparación con las necesidades de las masas femeninas
trabajadoras, es insuficiente para su completa emancipación, pero representa un
paso seguro en ganar las mujeres por la tendencia a la revolución, el
socialismo y comunismo.
UNIÓN DE LA JUVENTUD REVOLUCIONARIA DE MÉXICO
Referencias de consulta:
K. Marx, F. Engels, V.I. Lenin y otros. (1970) La
emancipación de la Mujer. México: Grijalbo
V.I.Lenin (1978) La emancipación de la mujer. URSS: PROGRESO
E. Hoxha (1944) Obras Escogidas 1 (DISCURSO EN EL PRIMER
CONGRESO DE LA UNIÓN DE MUJERES ANTIFASCISTAS ALBANESAS). Tirana: CASA EDITORA
“8 NËNTORI”
K. Marx y F. Engels (1848)
Manifiesto del Partido Comunista. URSS: PROGRESO