Han sido días de
importante trabajo, de profundos análisis sobre los temas tratados, que junto a
las actividades culturales y deportivas promovieron la integración de los
países y los pueblos asistentes.
Una parte
fundamental de las juventudes que protagonizan los cambios en el mundo y
que luchan en sus diferentes continentes
y regiones del planeta se concentraron en República Dominicana para discutir
sus realidades, difundir sus demandas y acordar las tareas internacionales de
las y los jóvenes que anhelan profundas transformaciones para sus pueblos. El
XXV Campamento demanda de nosotros una tarea fundamental, el trabajo rumbo al
XXVI CIJAA que se desarrollará en otro rincón del planeta en 2018 y que desde
ya, demanda de nuestra preparación y trabajo.
Los debates emprendidos durante el Campamento reflejan los problemas comunes que tenemos los jóvenes en el mundo: desempleo, explotación, falta de acceso a la educación, discriminación y criminalización, entre otros, a los que el sistema capitalista nos somete de forma permanente, al igual que a los demás sectores sociales de cada uno de nuestros pueblos.
Las reflexiones
emprendidas durante el Campamento nos muestran que los enemigos para las
juventudes y los pueblos del mundo son comunes: las clases dominantes de cada
uno de nuestros países, burguesías; las potencias imperialistas que buscan en
todo momento afirmar la dependencia económica, cultural y política de nuestros
pueblos; los monopolios internacionales que se asientan sobre nuestros
territorios para saquear nuestros recursos naturales y condenan a las y los
trabajadores a mal pagadas jornadas laborales. Declaramos entonces que los
detractores fundamentales de los derechos e intereses de las juventudes y
pueblos del mundo, son el capitalismo y el imperialismo.
En diferentes
países la sed de ganancias del imperialismo promueve una tendencia al fascismo
de determinados Estados y para ello emplean la violencia más reaccionaria,
promueven la criminalización de la protesta social, el terrorismo, el
narcotráfico, el paramilitarismo, y a través de estos mecanismos de
intimidación y opresión buscan contener la decidida lucha que se emprende en
los diferentes países donde ocurre y se agravan estos fenómenos.
En este
contexto, el pasado 10 de octubre del
2015 en Ankara Turquía ocurrió un atentado contra una movilización de sectores
democráticos que rechazaban la política represiva y antipopular del régimen de
Erdogan, dejó 245 heridos y 95 muertos,
de los cuales 4, fueron compañeros jóvenes que dos años atrás formaron parte
del XXIV CIJAA realizado en Izmir, Turquía.
El 3 de febrero
del 2014 un militante comunista del estado de Morelos México, Gustavo Alejandro
Salgado Delgado que inicio su acción política en el XIX CIJAA, en México, fue
asesinado por parte el Estado. Hoy las juventudes del mundo levantan las
banderas de justicia de estos compañeros caídos, denuncian la actuación
represiva de estos regímenes y su fascistización, que son el reflejo de su
debilidad, porque sus instituciones han perdido hegemonía y ya no tienen la
capacidad de seguir gobernando como lo hacían antes.
Durante la
realización del XXV CIJAA, las juventudes de Venezuela, las organizaciones
populares y los sectores de la Izquierda sufrieron el desaparecimiento forzado
y posterior asesinato del compañero Julio Blanco, quien fuera parte de los
colaboradores y organizadores del XXIII Campamento Internacional desarrollado
en ese país, en el año 2012.
Por nuestros
compañeros caídos en medio de lucha, por ellos, que junto a nosotros y miles de
hombres y mujeres más soñaron con un mundo diferente, en el que todos y todas
seamos verdaderamente libres, elevamos nuestras voces y alzamos nuestros puños
exigiendo justicia y cárcel para los responsables. Asumimos el compromiso
férreo de continuar sus combates en cada uno de nuestros países hasta alcanzar
la victoria.
Quienes
asistimos al XXV CIJAA provenimos de diferentes rincones del planeta y hemos
expuesto nuestras luchas y combates: En Europa centenares de miles de jóvenes
se han volcado a las calles a rechazar
las reformas laborales neoliberales que buscan recortar los derechos de las y
los trabajadores jóvenes, sometiéndolos a jornadas de trabajo cada vez más
fuertes, con sueldos cada vez menores, en un contexto, en el que los Estados
capitalistas fortalecen sus políticas de ajuste, anti obreras, antipopulares y
buscan que su peso recaiga sobre los pueblos y sus secuelas sean asumidas por
los pueblos, los trabajadores y las juventudes. En América se levantan las
banderas por la defensa de una educación pública, laica, gratuita de calidad y
de libre acceso, en contra de los regímenes de derecha corruptos y
discriminadores de la juventud que nos gobiernan, exigimos más presupuesto para
las áreas sociales, rechazamos las leyes y políticas antipopulares que en los
diferentes países recortan los derechos y libertades de la juventud. En todos
los rincones del planeta soñamos y luchamos permanentemente por conquistar un
mundo radicalmente distinto al que nos entrega el capitalismo y nos somete el
imperialismo, luchamos por la vida y la libertad, por una democracia real para
que quienes generamos la riqueza seamos los que podamos definir el futuro de
nuestros pueblos.
Con la misma
fuerza e intensidad que discutimos nuestros problemas, expresamos nuestra
solidaridad con los pueblos que luchan por su independencia, por el
reconocimiento de sus territorios como Palestina y el pueblo Kurdo, en contra
de los desplazamientos forzados, de las políticas discriminatorias que
legitiman las guerras y el hambre a la que el capitalismo y el imperialismo
somete a millones de hombres y mujeres en países como Kenya, Somalia o Haití.
Expresamos
nuestra solidaridad y respaldo a los hombres y mujeres del mundo que se
encuentran en condición de refugiados producto las agresiones promovidas por
las potencias imperialistas, que ocurren en regiones como medio oriente.
Condenamos las guerras imperialistas que buscan saquear los recursos de los
pueblos, rechazamos las intervenciones de las potencias mundiales que pretenden
ampliar sus zonas de influencia y acrecentar sus niveles de sometimiento, no
queremos más guerras en las que los jóvenes sean obligados a ser la carne de
cañón de la violencia del sistema, exigimos paz y autodeterminación para los
pueblos del mundo.
Resaltamos el
rol de la mujer como sujeto esencial de las transformaciones sociales y del
desarrollo productivo de los pueblos, reconocemos y rechazamos las condiciones de
sobre explotación y violencia estructural de la que son víctimas. Rechazamos
todas las expresiones de discriminación y opresión sexogenéricas las mismas que
condenamos por su carácter patriarcal y misógino, propios del sistema
capitalista- imperialista.
La unidad de las
y los trabajadores del planeta es fundamental para que nuestras demandas y
aspiraciones se cumplan, para detener las políticas de terror de los estados
capitalistas, es imprescindible fortalecer el principio del internacionalismo,
promover la solidaridad entre las y los jóvenes del mundo. La unidad de las
juventudes, los trabajadores y los pueblos la construimos mediante el
intercambio de experiencias, la discusión amplia y democrática de nuestros
problemas, la construcción de acuerdos políticos que denuncien las lacras del
capitalismo y el imperialismo en todos los rincones del planeta, el
acompañamiento y apoyo a las luchas que se desplieguen en los distintos países,
y principalmente con la lucha y la movilización que desarrollamos en cada uno
de nuestros países en defensa de nuestros derechos, intereses y los de nuestros
pueblos; solo así podremos frenar el saqueo, la guerra, el fascismo y toda la
política imperialista impuesta contra las amplias mayorías sometidas y
explotadas por el capitalismo y el imperialismo
Este campamento
es el reflejo de la alegría y la rebeldía de las juventudes del mundo, del
carácter renovador de quienes nos sentimos inconformes y demandamos
transformaciones profundas en cada uno de nuestros países. Todas las energías
de las y los jóvenes del mundo, todos los combates que emprendamos deben
dirigirse en una sola dirección, contra el capitalismo y el imperialismo para
romper las cadenas de explotación, dominación, opresión, discriminación y
dependencia a las que nos someten. Y deben direccionarse hacia transformaciones
profundas, que garanticen la victoria de los procesos de emancipación de cada
uno de nuestros pueblos. El rumbo que deben asumir las y los jóvenes del
planeta que luchan contra el capitalismo, el imperialismo y el fascismo debe
ser el de la revolución y la construcción de una sociedad nueva, una sociedad
socialista.
¡Que se alce la
voz, la lucha y la unidad de la juventud antifascista y antiimperialista del
mundo!
Santo Domingo
República Dominicana, 10 de agosto de 2016
ORGANIZACIONES
QUE FIRMAN LAS RESOLUCIONES DEL XXV CAMPAMENTO INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD
ANTIFASCISTA Y ANTIIMPERIALISTA.
PRONUNCIAMIENTOS: