Con otra caída del precio del peso frente al dólar que se vende hasta en $19.63 se recibe  en México el 15 de septiembre y  la conmemoración de los 206 años del inicio de la guerra de independencia, un episodio más de la lucha de clases en nuestro país donde el pueblo en armas demostró  que las mayorías explotadas y oprimidas son las protagonistas de la historia.
La pretendida campaña mediática para fomentar el consumismo y la “celebración” de las “fiestas Patrias”, choca este año con los altos índices de pobreza  en los que se encuentra más de la mitad de la población y cuyo porcentaje va en aumento; choca con el recorte presupuestal al gasto público de 239 mil 700 millones de pesos que habrá para el 2017 anunciado hace unos días y con el incremento de todos los índices de violencia que arroja el crimen organizado; el cual fusionado con el ejército, la marina y la policía se sigue extendiendo a nuevas zonas del país. Nula celebración y mucha rabia habrá el día de hoy en miles de hogares del país.
Peña Nieto quien la semana pasada tuvo un puesto en la campaña publicitaria de Coca Cola y los demás voceros de los monopolios que trabajan en el gobierno federal,  lejos de hablar de soberanía nacional  e independencia, han utilizado las últimas fechas para reafirmas la total entrega, dependencia y subordinación a los interés del imperialismo.
 La reunión con Donald Trump y la invitación a Hilary Clinton, demostraron que el país está puesto para rendirle tributo a quien sea que represente a la oligarquía financiera; la otra “cortesía”  del gobierno federal que acompaño estas visitas fue que a pesar del  anunciado recorte presupuestal al gasto público, que afectara seriamente la educación, agricultura, salud, ciencia, cultura, etc. Se plantea destinar 90 mil 501 millones de pesos más que en el 2016 para el pago de la deuda externa.
 Más allá de estas “cortesías”, el pueblo de México, su soberanía e independencia ya tiene sobre sus espaldas los 618 cambios a la constitución que se han hecho desde su promulgación en 1917, el Tratado de Libre Comercio con América del Norte de 1994, la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (Aspan) 2005, la iniciativa Merida 2008,  las 11 reformas estructurales del actual sexenio y para el 2017  la probable entrada en vigor del Tratado de Asociación Transpacífico que busca finiquitar el proceso de privatización de todos los sectores, la venta y saqueo del país, fortaleciendo el imperialismo norteamericano.
A parte de esta labor servil, el régimen  y el propio EPN se han enfocado en últimas fechas en otra tarea necesaria para su continuidad, legitimarse ante las nuevas generaciones; ante la juventud trabajadora, campesina, estudiantil,  que hoy son pieza clave en la economía y la vida política de país. De ahí  el “nuevo formato”  de informe de Peña Nieto que al igual que los contenidos de televisa está dirigido a los jóvenes; las iniciativas de ley que ha barajeado como la de la legalización de la marihuana,  el matrimonio igualitario y los anunciados apoyos crediticios a jóvenes también tienen este objetivo y se dirigen hacia el 2018.
A pesar de estos intentos por legitimarse y del combate que el estado viene haciendo con políticas fascistas, en contra del movimiento popular que hace  frente a la política neoliberal, a pesar del encarcelamiento y los asesinatos a luchadores sociales, como fue el perpetrado contra Agustin Pavia,  quien fuera militante de la UJRM en su juventud; este 15 de septiembre, como durante todo el sexenio actual,  el grito popular no será el que el régimen quiere.
Con mítines, movilizaciones y gritos populares amplios sectores del pueblo empujados por los padres de los 43, por el magisterio, padres de familia y organizaciones sociales; la movilización en la ciudad de México #MotivosSobran #RenunciaYa, e incluso sectores de la propia burguesía que tiene sus propias contradicciones de intereses, centrarán sus reclamos e inconformidad contra la desacreditada y débil figura de Peña Nieto. Estas acciones y la inconformidad que se sigue expresando en el país  abren la puerta para que el próximo 26 de septiembre a 2 años de que el estado desapareció a 43 normalistas de Ayotzinapa, se realice una importante jornada nacional de lucha del pueblo inconforme.
La inconformidad crece en el país, pero no encontrará una salida favorable si el movimiento organizado y el pueblo inconforme no construyen organización, si se pone al frente de la lucha el espontaneismo de movilizarse cuando los intelectuales de manera aislada convoquen, si se mantiene la concepción pequeño burguesa de salir a las calles sin  programa de lucha, sin postura ideológica;  e incluso si nos limitamos a pedir la renuncia de EPN, pues cualquier titere puede sustiturlo.  
Hoy se requiere materializar una ruta organizativa y de lucha para lo que resta de este año y el 2017, con todos los esfuerzos que reivindican la tarea de la unidad; construyendo una Asamblea Nacional del Proletariado y los Pueblos de México que se convierta en una alternativa organizativa para el pueblo. Se requiere a  la par superar el nivel de lucha  que se centra aún en los reclamos y peticiones gremiales, y  no en el ejercicio del poder de las masas organizadas, que son capaces de tirar la política del régimen con huelga política general y más allá de eso, recuperar la independencia de México, gobernando este país con revolución proletaria. #MotivosSobran 

Unión de la Juventud Revolucionaria de México