El panorama por el que atraviesa la juventud en
Chiapas es desalentador, siendo uno de los estados
más pobres y más endeudados del país, agudizando
cada día más la crisis en esta región.
Los recortes presupuestales al sector educativo y a
las universidades públicas recalan en la permanencia
de miles de estudiantes universitarios pertenecientes
a los sectores populares; por citar, los cada
vez más prolongados pagos de las becas manutención
y la reducción de las matrículas asignadas a
dicho programa social, arrojan a nuevas formas
de poder financiar los estudios a la juventud,
insertándose al campo laboral por
condiciones paupérrimas, salarios bajos y largas
jornadas, que en el peor de los casos, los
obliga a desertar. Por si fuera poco, los
recientes gasolinazos y el inminente aumento
del pasaje del transporte público en algunas
regiones, alcanzando a siete pesos la tarifa,
laceran la economía de la juventud, quien realmente
es quien más adolece la carestía de la vida
la inestabilidad del propio país con la turbulencia del
mercado internacional y las medidas agresivas que
ha adoptado el hoy nuevo presidente de EU, Donald
Trump. No obstante, Manuel Velasco en complicidad
del Congreso del Estado, han aprobado solicitar
recursos para la construcción de una base militaren
el municipio de Chicomuselo, que asciende a los
125 millones de pesos con la excusa de reforzar la
frontera sur y reducir el flujo de migración de Centroamérica;
pero solo nos deja en claro que defenderá
a toda costa los intereses del capital ante
cualquier estallido social y por encima de las aspiraciones
de los jóvenes.
Que las reivindicaciones por una educación gratuita,
por garantizar una beca que permita desarrollar sus
estudios con mayor estabilidad, por una tarifa preferencial
del 50% en el transporte y la construcción
de comedores universitarios sean las banderas que
se levanten en los centros de estudio y apuntalen
procesos cada vez más organizados sin desligarse
de la lucha popular, de la mano de la juventud
obrera por mejores condiciones laborales, horarios
justos y seguridad social, la garantía del acceso a
un trabajo al terminar la carrera, entre otras más.Solamente
con el llamado a la construcción de espacios
de discusión y la organización de la juventud,
que tiene que jugar un papel determinante en el actual
escenario de lucha podremos hacer frente a la
ofensiva del Estado.
Nuestras tareas deben apuntalar a la conformación
de un frente único de la juventud, los trabajadores y
el pueblo con acciones contundentes para pasar de
la resistencia a la ofensiva de la unidad, en el discurso
a la acción consecuente.