Proveniente de una familia trabajadora, vivió las vejaciones de la sociedad burguesa, sin derecho a asistir a la escuela; tuvo que trabajar desde corta edad para poder estudiar en clases privadas, a los 20 años se convirtió en profesora, podemos leer en sus textos “Cómo me hice marxista”, su convicción de que las cosas debían cambiar, decida a actuar, desde los salones de clases -en plenas revueltas obreras- impartía círculos de estudio sobre historia, geografía, para la época ameritaba la cárcel; satisfecha de los logros entre jóvenes y obreros quienes entendían y criticaban la explotación, muy pronto fue detenida y encarcelada por infundir ideas entre los estudiantes y públicamente participar en las reuniones de los obreros.

Dirigente del Partido Comunista Bolchevique de la URSS, asumió la secretaria de educación, el objetivo principal: trazar un plan de alfabetización general, fomentar la educación tecnológica para desarrollo de la producción, impulsar la educación y formación de los niños y jóvenes en la necesidad del trabajo colectivo como única forma de alcanzar satisfacción social, el aprecio y orgullo hacia los trabajadores del campo y la ciudad, principales actores en la construcción del socialismo. En sus obras “La unión de la juventud”, “La educación de los pioneros un problema pedagógico”, da muestra de los grandes retos que esto implicó, la URSS superó aceleradamente los niveles de alfabetización comparado con las potencias capitalistas; la educación fue obligatoria y gratuita desde los tres hasta los 20 años.

Para los obreros, campesinos, amas de casa, la escuela nocturna abrió sus puertas, una vez terminada la jornada laboral. Junto a Lenin, su compañero de vida, fue corresponsal de “Pravda” “Iskra” periódicos de discusión que expresaban hacia donde caminaría Rusia. En su artículo “Lucha por la juventud obrera” -pleno auge de la revolución de octubre de 1917-, crítica a los partidos de la burguesía y la forma en que pretenden influir entre la juventud contra los trabajadores, su partido, aquí un fragmento: “Los partidos burgueses se acercan a la juventud no como afiliados a un partido, sino como bondadosas personas que simpatizan con los jóvenes.

 Dicen “Camaradas,  todavía son jóvenes para hacer política, para colgarse una etiqueta, primero hay que aprender, y solo entonces pueden afiliarse conscientemente a un partido u otro; no permitan que nada influya en ustedes, conserven su individualidad e independencia”. En vez de ocuparse de política, estudie Historia, Literatura. Pero en todo libro se refleja la visión del mundo del autor. Un libro escrito por un autor burgués, contiene las ideas de este escritor burgués, y estas ideas influyen en los que leen el libro. Todo el que dice “Son todavía muy jóvenes para hacer política, no permitan que nadie influya en ustedes”, en el fondo dice: “no permitan que nadie influya en ustedes, excepto yo y mi partido”.

Extracto del artículo publicado en “Pravda” el 30 de mayo de 1917.