CIRCULAR SOBRE LA CREACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ANTIFASCISTA DE MUJERES ALABANESAS
Enver Hoxha
14 de abril de 1943


Queridos camaradas:
En la lucha contra el invasor fascista, en esta lucha decisiva para nuestro pueblo, la mujer desempeña un papel de gran importancia (Cerca de 6000 mujeres participaron con las armas en la mano en la Lucha de Liberación Nacional. En relación con este importante factor de la Lucha de Liberación Nacional, a la organización del Partido se le plantean algunas tareas, de las cuales la más importante es la formación del frente antifascista de la mujer albanesa.
Para la formación de este frente debe movilizarse a las amplias masas femeninas de todas categorías y capas sociales. Las reuniones son el mejor medio para poder atraer a estas masas, pero ellas no deben ser reuniones académicas donde se discutan problemas al margen de la vida práctica; la necesidad de movilizar y reunir a las masas debe ser dictada por las circunstancias concretas: las manifestaciones por el pan, las protestas contra las deportaciones, contra las amenazas, los fusilamientos, etc.

En estas reuniones y charlas no debe hablarse solo de alta política, sino también sobre las necesidades del momento, acerca de la opresión de la que son víctimas, sobre el odiado enemigo, el fascismo, la necesidad de luchar contra él y las tareas que deben asumir en esta lucha libertadora. La misma lucha nos dará el material para nuestro trabajo.
Los diversos comunicados, las proclamas, los llamamientos deber ser elaborados de forma sencilla y comprensible.
A través de éstos y de los órganos de prensa del Partido y de la Juventud se suscitará el odio contra el enemigo, se pondrá el acento sobre las barbaridades cometidas por él, las devastaciones, los asesinatos de mujeres y niños, etc.

Asimismo, en estas reuniones debe hablarse sobre la higiene, acerca de la educación de los niños, el modo de realizar los quehaceres domésticos y sobre las diferentes tareas de la casa. Esta labor puede parecerles inútil y desagradable, sin embargo, las camaradas o las personas adecuadas para realizar esta tarea deben explicar pacientemente a las mujeres, a din de convencer, la necesidad de llevar a la práctica estas instrucciones.

En la formación de este frente serán de gran valor y nos servirán de gran ayuda los diversos cursos para erradicar el analfabetismo, sobre todo en las aldeas; los cursos de corte y costura y los de enfermería, estos últimos deben formarse cuanto antes ahora que la lucha está recrudeciéndose cada día más. Viene al caso recalcar que, en las diversas reuniones, en los cursos, en las charlas deber participar todas las que deseen, de una manera u otra ayudar a la lucha contra el fascismo. Hay que hacer participar a todas las mujeres del campo y la ciudad de cualquier tendencia o corriente política: antifascista, zoguistas (Cuando la Unión Soviética denunció la «diplomacia secreta» de la que la joven Albania era uno de los instrumentos, el eco de la Revolución Bolchevique fue escuchado en las montañas albanesas. En 1924, encabezada por la intelectualidad, la burguesía del Sur del país y los emigrantes de retorno a Albania, estalló la revolución democrática burguesa para derribar el gobierno de los grandes terratenientes, de los feudales y de los representantes del gran clero que conservaban las leyes otomanas y se negaban a la reforma agraria. El joven Enver se unió al movimiento. Con la revolución victoriosa, Fan Noli fue elegido jefe del Gobierno, pero seis meses después, es derribado por las fuerzas reaccionarias: Ahmed Zogu, financiado por el extranjero (la Anglo-Persa Oil Company y la Standard Oil), con el apoyo concretamente de Yugoslavia y de Grecia y un ejército de mercenarios, se hizo con el poder. Se hace proclamar Presidente de la República, y luego rey de Albania. Los albaneses caen bajo la dictadura zoguista.), ballistas o creyentes que estén resueltas a combatir al enemigo. En este aspecto no debe haber sectarismo. En las ciudades donde hay mujeres que están bajo la influencia del “Balli Kombëtar” debe colaborarse amplia y sinceramente con ellas.

De las reuniones surgirán los consejos antifascistas de mujeres. Los consejos se formarán de esta manera: de la conferencia de barrio sale el consejo del barrio elegido por las mismas mujeres. Cada consejo de barrio debe designar una mujer que formará parte del consejo de ciudad. Este consejo está constituido por tantos miembros como lo requieran las necesidades del caso. Asimismo, pueden formarse consejos según el oficio y la profesión.
De las reuniones y conferencias de la aldea sale el consejo de aldea que está en contacto con el consejo de ciudad. Esta es la manera democrática, la forma preferida y mejor para formar los consejos. Pero ésta no es la única manera.

Cuando es imposible o a causa de la represión, el organismo superior elige antes el consejo de ciudad constituido por las mujeres más aptas y activas. Este consejo tiene como tarea organizar los consejos de los barrios, los cuales son designados por el de la ciudad y no elegidos por las mujeres del barrio. En el consejo de barrio debe formar parte una camarada, si es que hay, en tanto que en el consejo de ciudad eso es completamente necesario. Estos consejos han de ser la verdadera expresión de la voluntad de las mujeres. Tienen la tarea de unir el mayor número posible de masas femeninas del campo de la ciudad en torno al frente antifascista de las mujeres. Los consejos se interesan por el trabajo de agitación y propaganda, por el abastecimiento de los destacamentos con todo lo necesario, por desarrollar los diversos cursos y engrosar las filas de los guerrilleros y de los voluntarios con mujeres combatientes jóvenes y adultas. Las camaradas deben ser las mejores combatientes y servir de ejemplo para las demás mujeres.

Cuando es posible, un miembro del conejo de ciudad puede formar parte asimismo del consejo de liberación nacional de la respectiva región.
De las diversas reuniones debe sacarse experiencia organizativa, formarse grupos educativos con las mujeres más resueltas y mejores. De estos grupos se reclutarán jóvenes camaradas que engrosarán las filas del Partido.

Saludos camaraderiles
Por el Comité Central
Valbona (Uno de los seudónimos del camarada Enver Hoxha durante la Lucha de Liberación Nacional.

Publicado por primera vez en “Documentos principales del Partido del Trabajo de Albania”, t.1, Tirana, 1960
Obras, t.1