El próximo 8 de Noviembre se
llevarán a cabo las elecciones presidenciales en EU, un ejercicio que mantiene
la misma consigna; legitimarse ante las masas. Como es sabido por la oligarquía
financiera cada vez esta tarea es más complicada, pues ha quedado en evidencia
que sin importar el origen de presidentes como Obama, se mantiene la misma política imperialista en favor de
los monopolios y en contra de los intereses del pueblo Estadounidense; con
Obama ni siquiera han existido cambios en la política racista del estado contra
la comunidad afroamericana fundamentalmente proletaria, todo lo contrario crece
la respuesta y organización de estos sectores; en materia de guerra no ha cesado el intervencionismo
en todo el mundo; la política anti-migrante no ha retrocedido y a esto sumarle que todas las lacras del
capitalismo se mantienen en todo el país, desempleo, pobreza, drogadicción, delincuencia, etc. Así ha estas
elecciones se han invertido millones de
dólares y sumado deportistas, artistas y demás sectores de la burguesía
desesperados por hacer todo lo posible por involucrar a las masas para generar un escenario favorable a los planes imperialistas que se tienen delineados para
los próximos años; México también ha sido jalonado tras de esta posición y la
campaña electoral se extiende en nuestro país, por el amplio número de
mexicanos en EU.
En este escenario queda claro
también que la tendencia fascista en el mundo sigue creciendo, el discurso reaccionario,
anti-migrante y provocador de Trump, no
dista de fondo con la política imperialista que representa Hilary Clinton, que
como senadora y secretaria de estado ha sido pieza clave en las intervenciones
militares de EU en el mundo en los
últimos 16 años y cuyo discurso es más moderado por que busca incidir en los
sectores que Tump más ha atacado, para generar consenso en torno suyo.
Este es el modelo “democrático”
estadounidense cuya receta no solo funciona dentro de su país; para que la
maquinaria imperialista camine hace falta que mueva sus engranes en todo el
mundo y apriete sus tuercas con las posiciones más reaccionarias de la
oligarquía, es decir el fascismo.
Así, queda claro que este proceso
electoral será uno de los más desacreditados de la historia de EU y su
desenlace tanto en lo inmediato como en los próximos años exacerbara las
posiciones imperialistas y reaccionarias en el mundo.
Las amplias masas proletarias
debemos de ver con estos ojos el próximo escenario electoral, que no nos
representa; así el grito del pueblo mexicano no solo debe ser anti Trump, debe
fundamentalmente ser antiimperialista.
Este es un momento histórico
donde cobra mayor vigencia la necesidad de construir el Frente Único
Antifascista y Antiimperialista en el mundo; el cual debe crecer como alternativa para los millones
de mujeres y hombres cuyas condiciones de vida siguen empeorando; debe crecer
como respuesta a las guerras que se extiende en varias partes del mundo; debe
de crecer para hacerle frente al fascismo; para que la clase obrera y los
pueblos del mundos se vean como uno solo, con la confianza y la capacidad de
acabar con este sistema.