El pasado 18 de junio y 2 de julio se cumplieron 135 años del nacimiento y 62 años del fatalicio de Jorge Dimitrov, respectivamente.

El padre de la táctica del Frente Único, militante antifascista y antiimperialista, así como defensor férreo del marxismo-leninismo, cuyo legado reside en forjar la unidad y la organización constantes del proletariado, el campesinado y los amplios extractos populares (la juventud combativa, la mujer trabajadora, etc.) por la defensa de las libertades democráticas (de expresión, asociación, reunión, prensa, etc.) y los derechos elementales (salud, educación, vivienda, seguridad, etc.) ante el desarrollo del fascismo en el continente Euro-Asiático-Africano –impulsado principalmente a partir de la década de los veinte y treinta del siglo pasado por potencias como la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón reaccionario, que conformarían al Eje en los años previos y durante la Segunda Guerra Mundial-.

El fascismo es la tendencia impulsada por el capital financiero para garantizar su reproducción sin obstáculos con el afán de garantizar la docilidad de las masas, en otras palabras el fascismo es el terrorismo desenfrenado contra la clase obrera y los pueblos por medio de atentados, persecución, asesinatos, desapa- riciones, etc., de tal manera que la burguesía acentúe la explotación para incrementar sus ganancias.

Los regímenes de esta índole no son cosa del pasado, no solamente son como los Hitler, los Mussolini, los Hirohito, los Franco, los Pinochet, los Videla, entre otros, porque ha evolucionado en materia “legal”, al manipular las instituciones del Estado (Congresos, Senado, Cámara de Diputados, etc.) que aprueben iniciativas como la Ley Bala, la Ley Eruviel, la Ley Antimarchas, la Ley de Seguridad Interior y otros decretos con sus respectivos nombres en otras regiones del mundo.

En la actualidad se muestra una tensión severa entre los distintos bandos del imperialismo, por ello el fascismo va de la mano en la perspectiva de acentuar la guerra, la xenofobia, el racismo y el chovinismo ante la inestabilidad del capitalismo en su crisis general para evitar a toda costa la revolución proletaria y la liberación nacional de los países colonizados.

La única forma de homenajear la labor ardua del camarada Dimitrov es asumir de forma consecuente tanto a nivel nacional como internacional el contrapeso de este ambiente mundial hostil por medio de la lucha revolucionaria, cimentando el socialismo y el comunismo, única garantía de vida para la humanidad y el medio ambiente al borde del exterminio.