El
arte es la expresión del pensar humano a través de formas perceptibles y muchas
veces tangibles, lo que acontece en una sociedad da forma a la conciencia, como
plantea el materialismo dialéctico, primero se tiene lo material y luego lo
ideal, una acción o un suceso de carácter colectivo se impregnan en el
pensamiento individual y de las masas para proyectarse después en relatos,
pinturas o canciones, de ésta manera podemos ver como dentro de la lucha social
surgen personas capaces de dar voz, imagen y forma al descontento popular,
artistas en su mayoría de origen proletario que en un lenguaje digerible logran
que el pueblo consciente se identifique con su obra.
Ejemplo
claro de esto es la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, suceso
tras el cual miles de voces se alzaron pero también cientos de artistas
expresaron el sentimiento de repudio ante tal hecho, la indignación popular se
vio respaldada por autores conscientes comprometidos con la transformación del
esquema actual.
A lo largo de la Historia
han aparecido juglares del pueblo, pintores, dibujantes, escritores, cantores
que por su tendencia contestataria al régimen tienden a ser reprimidos y muchas
veces desaparecidos, esto no debe ser motivo para dar pasos atrás o evitar la
expresión artística en el proceso de lucha popular, todo lo contrario, el hecho
de que el estado reprima incluso las formas pacíficas de expresión es una
muestra del impacto que éstas pueden tener en una sociedad.
Es indispensable continuar dándole voz al movimiento social en todas las formas posibles con el fin de sensibilizar al pueblo y difundir a través del arte la realidad actual que los medios de comunicación actual con sus artistas prefabricados solo se encarga de disfrazar.
Las
organizaciones sociales deben encargarse de dar espacios para la expresión, de
generar talleres, eventos político-culturales con el fin de promover el arte
revolucionario y combativo, para que los jóvenes puedan tener un acercamiento a
la lucha popular y además de tomar consciencia también puedan difundir el arte
entre los sectores explotados con el fin de alejarlos de la delincuencia
organizada que muchas veces es un escape ante la falta de oportunidades en el
campo laboral y educativo.