El Estado no ha saciado su ambición de ostentar las riquezas del pueblo mexicano por la gran oposición que le han puesto luchadores sociales, sectores populares, magisterio, organizaciones sociales, defensores de derechos humanos y periodistas.

Ante esto el estado ha emprendido, desde antaño, campañas policiaco-militares con el fin de intimidar y romper todos los núcleos de organización social.

En los últimos meses tal violencia del Estado ha alcanzado a los críticos del sistema, los quita vendas del pueblo mexicano, es decir, a los periodistas. Tal es la magnitud que son ya 37 los periodistas asesinados tan solo en lo que va del mandato de Enrique Peña Nieto y que se suman a los miles de muertos y desaparecidos del mismo sexenio.

La constante persecución, asesinatos, represión, desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, son muestra de “VIOLENCIA DEL ESTADO”, contra pe riodistas, organizaciones sociales, activistas y demás, expresan la podredumbre del sistema capitalista y en particular del gobierno actual.

En esta campaña policiaco militar, emprendida contra los periodistas es parte de la negación a la libre información, un ataque a la libertad de expresión, es parte de la dictadura de opinión o del pensamiento único. Es decir, la cara más cruda y ruin, un estado fascista y autoritario.

Los tiempos de la dictadura, están llegando a su fin la democracia burguesa a medida que se hace más violenta se desgasta y acelera el momento de la acción y crítica política de las masas contra el régimen.

Se han acallado a 126 periodistas en 17 años pero que el gobierno sepa que:

¡NO SE MATA LA VERDAD ASESINANDO PERIODISTAS!