El nuevo gobierno ya sabía que había graves deficiencias en todos los niveles de los servicios médicos en todas las instituciones de salud del país.  Ya sabía que el gobierno mexicano destinaba 4 veces menos dinero en la atención médica por ciudadano de todos los países de la OCDE, que había inequidad en los servicios, déficit de infraestructura médica, que había múltiples desvía de dinero y que la compra consolidada de medicamentos era insuficiente.  A pesar de ello, ha demostrado grave “falta de pericia” en el área operativa para atender a los pacientes y derechohabientes de IMSS, ISSSTE, Institutos de salud, centros de salud municipales, etc.
No sólo ha habido despidos de médicos y enfermeras que laboraba de manera temporal, suspensión del servicio de comedor a los estudiantes de las especialidades médicas (residentes) en el Hospital de la Mujer, mismos que trabajan jornadas de 36 horas de manera continua, hay incertidumbre respecto a cierre de hospitales y centros de atención y los más grave el desabasto generalizado de medicamentos en todas las instituciones.
A todos sorprende que, en lugar de cascos cefálicos de acrílico, se coloquen partes de garrafones de plástico a los niños pequeños para que tengan una mejor oxigenación, que las mujeres tengan sus partos en los parques públicos, que haya manifestaciones, marchas y bloqueos de pacientes y médicos personal de salud por que no hay medicamentos ni equipo para atender de manera adecuada los padecimientos, pero todo ello ya los sabía el nuevo gobierno y a 3 meses no lo ha podido resolver en detrimento claro de la salud de los trabajadores y sus familias.