“Las formas de dominación del Estado pueden variar: el capital manifiesta su poder de un modo donde existe una forma y de otro donde existe otra forma, pero el poder está siempre, esencialmente, en manos del capital, ya sea que exista o no el voto restringido u otros derechos, ya sea que se trate de una república democrática o no; en realidad, cuanto más democrática es, más burda y cínica es la dominación del capitalismo… El capital, una vez que existe, domina la sociedad entera, y ninguna república democrática, ningún derecho electoral pueden cambiar la esencia del asunto.” Sobre el Estado, Lenin.
El Estado es un órgano de dominación de clase, a través de este la burguesía legaliza y afianza la explotación del proletariado. Aunque la forma que toma el Estado cambia sigue siendo la representación en el gobierno de los intereses de los capitalistas, no importa si se impone con un fraude electoral o con el voto de millones. En México se visualiza lo que los comunistas escribían sobre el Estado burgués desde el siglo XIX; la 4T y sus seguidores presumen grandes cambios, pero en ningún momento se han tocado los intereses de los capitalistas, al contrario, se les ha premiado privilegiándolos en el dialogo, otorgándoles proyectos como el Tren Maya, subsidiándolos, etc.
El acuerdo del Gobierno Federal con las televisoras para llevar la “educación” a los hogares mexicanos igual confirma que el Estado está al servicio del capital. La donación de 450 millones de pesos a Grupo Multimedios, Televisa, Televisión Azteca e Imagen es un rescate a las televisoras privadas, que con el emergente uso de nuevas formas de comunicación y la crisis del 2020 han visto reducidas sus ganancias; los 450 millones equivalen al 20% de todo el presupuesto destinado a los medios públicos para el 2020. No debemos pasar desapercibido que casualmente el actual Secretario de Educación es también miembro de una de las televisoras subsidiadas, en el gobierno no solo están los representantes de los capitalistas, también están los capitalistas. La crisis económica se ha reflejado en la caída de las acciones de TV Azteca y Televisa en un 50% y 17% respectivamente, sin embargo, un día después del acuerdo de AMLO con las televisoras las acciones de la compañía de Azcárraga crecieron 11% y la de Salinas Pliego un 7%, el efecto del rescate gubernamental fue inmediato.
Pero en el acuerdo con las televisoras todo esta mal, la educación televisada de ninguna manera es garantía de eficacia. Las dificultades empiezan cuando sabemos que el 27% de hogares en México no cuentan con una televisión digital, la cobertura de señal es limitada y en estos momentos de crisis es prioridad sobrevivir. Por otro lado, las clases por televisión son un avance para la educación bancaría en la que el estudiante solo es un depósito de información y no un ser pensante; se están creando nuevas generaciones más fácil de oprimir. La educación en la nueva normalidad no recupera las experiencias del magisterio, no considera las particularidades de los alumnos y nos aleja de la educación popular.
¡Para el pueblo, pan, salud, educación y trabajo! y QUE LOS RICOS PAGUEN LA CRISIS
#NiUnRechazadoMás
#Gratuidad2020
#NoAlPagoDeColegiaturas