Del 29 de julio al 7 de agosto, nos reuniremos de varios países del mundo en Austria en el Lago Atter para hablar sobre nuestras esperanzas, nuestras experiencias y nuestro futuro. Queremos fortalecer la unidad de la juventud contra la guerra, el armamentismo, el racismo, la destrucción del medio ambiente, la pobreza y la explotación. 
 

La Pandemia del Coronavirus solo ha sacado a la luz las brechas entre ricos y pobres. Las diez personas más ricas del mundo han duplicado su riqueza durante la pandemia de Covid-19, mientras que la situación de nosotros los trabajadores y los jóvenes es cada vez más precaria. Así mismo, evidencia los problemas que ya existían, como la desigualdad social, las consecuencias de un sistema de salud privatizado, y el hecho de que son los trabajadores los que deben exponerse al virus a diario, mientras que los ricos se aíslan. En muchos sentidos, la juventud es uno de los sectores más afectados por las consecuencias de la pandemia del coronavirus. Ya se trate de restricciones en la escuela o la universidad, reducción de empleos y educación, privados de vivienda, hasta el aumento de la violencia contra las mujeres, los niños y la juventud.

 

Las contradicciones económicas y políticas entre las potencias imperialistas se intensifican, el peligro de una nueva guerra por la división del mundo crece a diario y los presupuestos para armamentos y militarización aumentan constantemente. Los frentes entre los países de la OTAN, bajo el liderazgo de los Estados Unidos, por un lado y Rusia y China, por otro lado, se están consolidando cada vez más. Esto queda claro al menos en la crisis ucraniana o en el Océano Indo-Pacífico. 

 

En muchos países del mundo, los partidos racistas-fascistas están ganando fuerza. Vemos con mayor claridad cómo en los momentos de crisis y pandemia los movimientos racistas están tratando de dividir y debilitar nuestra lucha común por la justicia social. Así mismo, cómo los derechos democráticos, el derecho a manifestarse y reunirse, y la libertad de expresión están siendo restringidos en muchos países. 

 

Estos ataques no solo nos afectan, sino que también nuestro planeta es explotado para la maximización de ganancias. Los bosques están siendo talados y destruidos, el agua y el aire están siendo contaminados, lo que destruye los hábitats de las generaciones futuras. 

 

Más de 70 millones de personas huyen. Han huido debido a las guerras libradas por los países imperialistas. La explotación de continentes enteros y la pobreza que los acompaña los convierte en refugiados. En su viaje, se les deja morir debido al cierre de rutas de escape, como en el Mar Mediterráneo. 

 

¡Esto no puede seguir así! 

 

La juventud de todo el mundo, no queremos aceptar este futuro en el que las condiciones de vida de millones de personas se están deteriorando y el futuro de los jóvenes está siendo destruido en aras de las ganancias. Creemos que es posible un mundo sin represión, explotación y guerra, donde las personas puedan vivir en igualdad de condiciones y en solidaridad. 

 

Decimos que la juventud del mundo, sin distinción de religión, idioma y origen es una sola. Creemos que a través de la unidad y la solidaridad podemos crear un mundo donde todos puedan vivir sin miedo al futuro.      Nos reuniremos en el Campamento Internacional de la Juventud Democrática Antifascista y Antimperialista en el Lago Atter para alzar nuestras voces juntos contra las guerras y el racismo. Pongámonos de pie y luchemos juntos por un mundo y un futuro mejor.