El empeoramiento de las condiciones económicas de las familias mexicanas y la falta de opciones de estudio gratuitas obliga a la juventud a buscar un empleo con el que pueda apoyar a los gastos del hogar.
En México hay 30.7 millones de jóvenes (de entre 15 y 29 años). Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 16.8 millones forman parte de la Población Económicamente Activa. Del total de jóvenes casi el 30% estudia, el 9% trabaja y estudia y la mayoría, 40%, solamente
trabaja. De los que trabajan, el 80% no tienen contrato laboral. En la mayoría de los casos la
población juvenil debe aceptar condiciones de trabajo precarias y sin derechos laborales,
solamente el 32.3% de la juventud tiene afiliación a un servicio médico.
En los últimos años con el auge de las apps como Didi, Uber, Rappi, etc. las
ofertas de trabajo han aumentado, pero en ninguno de los casos se trata de un
trabajo de calidad. La juventud que se emplea en estas plataformas lo hace
pensando en la flexibilidad en los horarios, porque “son sus propios jefes”,
que ello les permitirá continuar sus estudios, incluso tener otros trabajos;
pero la realidad es que, para alcanzar un salario solvente deben trabajar hasta
superar la jornada de 8 horas, sumándole que no hay una relación laboral real y
mucho menos derechos y condiciones dignas. Los ingresos por trabajo de la
población de jóvenes se concentran entre uno y dos salarios mínimos.
En la UJRM luchamos por el acceso al empleo sin experiencia condicionada,
garantizar el acceso a la seguridad social, servicios de sanidad pública,
vacaciones, aguinaldo y jubilación para la juventud, incluida aquella que se
emplea en los trabajos de aplicaciones, garantizar los derechos fundamentales a
la sindicalización, contrato colectivo de trabajo y la huelga, respeto a la
jornada laboral de 8 horas e inserción laboral inmediata a egresados de centros
educativos
Además de la tarea concreta de crecer el ejército consciente de la juventud proletaria en la lucha y organización por la revolución proletaria.
