Un amplio sector de las juventudes pasa por alto la vinculación con sus comunidades origen, con excepción de aquellas prácticas profesionales o servicio social en instituciones para fines académicos, ligándose posteriormente a la dinámica de la proyección individualista que impone el capitalismo para incorporarse al trabajo asalariado. 

 

Otros tanto, asumen algunas actividades en sus tiempos libres para obras de caridad, realizando donativos y acciones que sirven para palear momentáneamente algunas necesidades de los sectores populares más desprotegidos; sin tener en cuenta una posición solidaria.

 

Antes de avanzar, es necesario, retomar el concepto de solidaridad, pero la de clase; aquella que se desarrolla a través del acompañamiento y apoyo de las y los trabajadores en sus luchas por mejores condiciones laborales, el acompañamiento ante las dificultades de las y los compañeros de trabajo frente para afrontar en la praxis aquellas dificultades en materia de salud, vivienda, seguridad, entre otras, misma que permite fortalecer la sensibilidad y la identidad con la clase trabajadora. 

 

El que las juventudes compartan sus conocimientos y habilidades adquiridos en las escuelas de educación media y universidades significa un avance para fortalecer la identidad comunitaria en los barrios obreros y populares desde el desarrollo de la solidaridad de clase; lo que permitirá que desde la vinculación y organización de brigadas comunitarias se logren atender aquellas necesidades que por las condiciones de precariedad laboral y la carestía de la vida, las y los habitantes de estos barrios no pueden acceder a ellas. 

 

Las brigadas deben sentar las bases, no solamente con la puesta al servicio del pueblo de los conocimientos de las juventudes, sino que, además, deben fortalecer la organización popular para la detección de las necesidades y problemas prioritarios y para la movilización y acción que permita atender dichas demandas.  

 

Ejemplos como las brigadas de salud comunitaria organizadas por la Joven Guardia en Oaxaca y Jalisco, llevando atención y promoción de la educación para la salud, son casos que debemos replicar; pero que, de acuerdo a nuestras condiciones y áreas de conocimiento, fortalezcamos la conformación de grupos multidisciplinarios para partir de la atención de los problemas comunes de nuestros barrios, hacia el análisis, organización y lucha por la atención de los problemas que nos afectan a nivel regional, estatal y nacional a los diversos sectores populares.