SE CUMPLEN 8 AÑOS DEL ASESINATO DE GUSTAVO SALGADO
Van a volver, las balas que disparaste van a volver, la
sangre que derramaste la pagarás, el pueblo al que asesinaste no
morirá, ¡NO MORIRÁ! A 8 AÑOS DEL ASESINATO DE GUSTAVO
Gustavo, chico simpático, militante comunista disciplinado,
siempre con su bandera roja y buen nadador.
Él organizaba jóvenes por el derecho a la educación, a trabajadores de
escasos recursos por servicios sanitarios y a comunidades afectadas por la
devastación ambiental.
En Morelos hay más de 40,000 migrantes; muchos jornaleros
agrícolas tlapanecos y nahuas, expulsados por la precariedad económica y la
violencia. Gustavo, militante del FPR y el PCM (ml), luchaba con ellos por
vivienda digna en 2014. Organizaron una
toma: El campamento Indígena Migrante de Ayala, que hoy lleva su nombre.
También se opuso a los megaproyectos que saquean el agua del río Cuautla.
En el oriente de Morelos hay un grupo de caciques (los
tablas Pimentel), los cuales un día son del PRI, luego, PAN, PRD, nueva alianza
o 4T. Sus bolsillos llenos mientras los migrantes indígenas y la clase
trabajadora sufre el hambre.
Un 4 de febrero en Morelos fue localizado el cuerpo de
nuestro camarada. Gracias a la presión popular, 4 de los asesinos materiales
tienen una sentencia de 32 años. Faltan los asesinos intelectuales.
La burguesía, ilusamente, cree que asesinando camaradas
logrará detener el movimiento. Vaya patadas de ahogado. Nuestra victoria es
inevitable, la toma del poder por los trabajadores es inevitable.