En el marco del 8M Día Internacional de la Mujer Trabajadora
y con dos procesos electorales para las gobernaturas del Estado de México y
Coahuila, los partidos políticos ejecutan campañas donde repiten consignas que
tras años los movimientos sociales de las mujeres han manifestado y a las
cuales en sus diferentes vertientes los gobiernos no han dado salida, como a la
violencia, desigualdad, precarización laboral y el nulo acceso de nuestros
derechos sexuales y reproductivos.
Los partidos de la democracia burguesa solo se interesan en
la clase trabajadora cuando su voto determinará su posición en el poder, la
publicidad que les servirá de estandarte se establecerá conforme a las demandas
políticas que mayor peso tenga en la ciudadanía, no por interés hacía esta,
sino por el beneficio de su partido y desde luego a sus bolsillos.
La mujer de la clase trabajadora, no es más que una cifra
que les importa cada tres, cuatro o seis años, el alcance de sus derechos pasan
a ser de segunda prioridad cuando el proceso electoral finaliza.
Conscientes de que la democracia burguesa no es más que una simulación
del sistema capitalista, las mujeres y hombres de la clase trabajadora
construimos la verdadera oposición que nos acercará a la igualdad racial, de
género y económica, que tras años nos han prometido.