La patria y la revolución para un comunista
La
patria lo han hecho un pensamiento que nos han inculcado desde niños; siempre
se nos ha dicho que nuestra patria se tiene que defender ante los extranjeros,
ante los que dañen nuestra tierra y nuestra soberanía, pero más allá de eso, es
una ideología que es utilizada para mantenernos bajo opresión de los burgueses
en el sistema capitalista, para explotarnos y mantenernos bajo sus reglas que
crean para sus beneficios; ellos se han apropiado de los recursos naturales y
de la riqueza que produce el pueblo trabajador, esa es su patria; los
proletarios no tenemos patria en el capitalismo, la tendremos solo en el
socialismo, cuando la naturaleza y el producto del trabajo estén en manos del
pueblo.
Para
Carlos Marx, la patria está estrechamente relacionada con la lucha de clases,
con la propiedad privada y la explotación aslariada de los trabajadores, por lo
que no debemos perder de vista que, dentro de nuestro país, la burguesía no nos
representa, ni ven por el bienestar de la población, sino que se enfocan en la
acumulación del capital sin importarles los efectos de su explotación.
Por
lo que es importante que, como revolucionarios comunistas desarrollemos una
clara pertenencia y compromiso con la causa noble y justa de los despojados.
Porque para nosotros la patria no solamente es un territorio físico, sino que
representa los valores y objetivos de la lucha por una sociedad del trabajo
libre de explotación asalariada y de la opresión.
La
patria del revolucionario y del pueblo surge una vez destruida la patria
burguesa, el nacionalismo burgués; solamente así podremos presentar un futuro
mejor para la humanidad. La paria burguesa impone fronteras internas y externas
de clase, es decir la dividen en zonas ricas y zonas pobres y profundizan estas
últimas aun siendo ricas en recursos, pero los saquean. Los pueblos no quieren
división o fronteras, sino armonización de sus relaciones de buena vecindad y
de hermandad, pero los capitalistas no.
Para
nosotros la soberanía es la voluntad del pueblo sobre su destino y sus
recursos, pero el imperialismo y la burguesía no la reconocen y la pisotean.
Ellos son los soberanos, ellos son la nación o el país, destruyéndolo y
moldeándolo a su antojo. México es para nosotros, su pueblo, sus recursos, los
intereses colectivos, para el beneficio común - que es también para el
individuo-, es no entregar a los capitalistas extranjeros y “nacionales”, lo
que está bajo nuestros pies y lo edificado por el trabajador. Es hacernos
dueños de nuestro propio destino y terminar con la deshumanización, compartir,
ser solidarios, ayudar; no saquearlas, invadirlas o destruirlas como lo hacen
con las guerras y otros medios económicos y políticos.
Nuestro
objetivo final es construir un país para los trabajadores y para compartirlo
con la humanidad, que sea un territorio y un lugar para la comunión de
intereses en beneficio de los productores de la riqueza del mundo y a su vez el
mundo sea la casa para que todos vivamos del trabajo, la cooperación, la ayuda
mutua, en paz y la libertad.