¿Qué papel tiene la juventud en la transformación social? ¿Qué puedo hacer por mi comunidad?

Estas preguntas inquietan a muchos jóvenes que ven contradicciones y problemas en el mundo actual. En este sentido, la frase de Salvador Allende en 1970 en la Universidad de Guadalajara resulta inspiradora: “Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica”. Estas palabras nos dicen que la juventud es la etapa de la vida con más conciencia, energía y compromiso para luchar por un cambio social.

Ser estudiante de bachillerato o universidad es un privilegio que no todos tienen. Muchos jóvenes trabajan desde temprana edad o no acceden a una educación de calidad. Los estudiantes que pueden formarse deben aprovecharlo y ser conscientes de su privilegio. Esto implica no solo ir a la escuela y hacer las tareas, sino también interesarse por los problemas sociales y buscar soluciones. 

Los estudiantes tienen más tiempo libre que los trabajadores, que suelen tener jornadas extenuantes y precarias. Este tiempo se puede dedicar al ocio, al deporte, a la cultura, pero también a la participación política. Participar políticamente no significa afiliarse a un partido u organización estudiantil aburguesada, sino involucrarse en las causas que afectan a la comunidad. Participar políticamente también es organizarse con otros estudiantes, crear colectivos, asambleas, sindicatos.

Hay cuestiones que afectan al ámbito educativo, como la educación gratuita y de calidad, las becas, los comedores gratuitos y estas son luchas legítimas y necesarias, pero hay que tener en cuenta que estas demandas no son las únicas que existen, los estudiantes también deben solidarizarse con otras luchas sociales que buscan una mejor calidad de vida para todos, como la de los trabajadores, las mujeres, los pueblos originarios, la vivienda digna, etc.

Es por esto que reactivar y organizar el movimiento estudiantil es una tarea que debe tener prioridad si queremos cambios significativos en nuestra sociedad. Todos los sectores oprimidos y que sufrimos de la precariedad tenemos que unirnos para luchar contra los enemigos de clase y conseguir el futuro que merecemos.