La juventud en el mundo en sus acciones contra el capitalismo y por la mejora de sus condiciones de vida, han implementado diversas y variadas formas de lucha; en la UJRM hacemos nuestras todas las experiencias, siempre y cuando partan desde un análisis materialista e histórico y promuevan la unidad de acción. Unidad guiada por las condiciones objetivas. Que contribuyan a la solidaridad, a la organización y definición de objetivos revolucionarios para cerrarle el paso a la burguesía.

Una de las formas de lucha más recurrentes y efectivas es la toma de las calles, que va desde la expresión pública del descontento popular hasta la formación barricadas como auténticos espacios de combate y de toma de decisiones, expresiones del poder proletario. Las calles a lo largo de la historia han sido el escenario de importantes capítulos de la lucha de clases, así sucedió, por ejemplo, en 1789 durante la Revolución Francesa que sería el parteaguas para el fin del sistema feudal y el régimen de servidumbre. Posterior a este hecho el proletariado se convertiría en el protagonista de la lucha de clases y las calles su principal terreno de combate como sucedió en la Comuna de Paris en 1871 y la Revolución de Octubre en 1917.

La juventud, consciente del momento histórico en el que vivimos, debe seguir haciendo suyas las calles, tomarlas para exigir la solución de nuestras demandas históricas: gratuidad de la educación, trabajo digno, espacios culturales y deportivos, respeto a expresiones culturales de nuestros pueblos originarios, acceso a la ciencia y tecnología, preservación del medio ambiente, igualdad de género y liberación social,económica y política de la mujer.

Sigamos luchando, además de contar con el respaldo de los Artículos 6° y 9° de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos que nos da el derecho a la manifestación, asociación y de reunión, contamos con un extenso pasado y gran experiencia de lucha y combate que legitima la toma de las calles.