Luchemos por la ampliación de derechos para las mujeres trabajadoras: el cuidado-educación
de los infantes, ancianos y las tareas del hogar deben ser responsabilidades de
la sociedad y del Estado
AMLO ha planteado que, para erradicar la corrupción en los centros de
cuidado infantil, habrá que desaparecerlos, otorgando el subsidio directo del
Estado a la madre de familia trabajadora, la razón parece válida y sería una
transformación real si, además:
-El subsidio del Estado fuera mayor a los 42 pesos por día que
actualmente otorga para el cuidado de cada niño, un refrigerio, y atención por
más de diez horas que l@s profesionales se avocan actualmente mientras las
madres de familia trabajan.
-El Estado asumiera la responsabilidad de las labores del hogar como tareas
sociales; es decir los quehaceres domésticos se atendieran mediante la
masificación de lavanderías, comedores nutritivos comunitarios. Infraestructura
y profesionales a cargo, para que las familias trabajadoras puedan incorporarse
plenamente a producción social y a la vida social.
Desde que los roles de trabajo fueron definidos por los empresarios, las
tareas del hogar, cuidado y educación de los hijos se han considerado funciones
sociales de las mujeres, sin embargo, ha sido la misma necesidad de los
empresarios por acumular más riquezas y perfeccionar sus mecanismos de
producción y reproducción de las mercancías-entre ellas la fuerza de trabajo-lo
que ha llamado a incorporar masivamente a las mujeres en algunos sectores
productivos de servicios: como el textil, electrónico, automotriz, la fuerza de
trabajo femenina, siempre bajo la premisa de a trabajo complementario salario
complementario entre sexos, precarizar los salarios y los derechos laborales;
así que, padre o madre de familia que no trabaje atiende a los hijos, y el
salario del que trabaje debe abastecer todos los gastos.
Cifras oficiales demuestran que la atención del Estado a las
proletarias, ha sido omiso por años, las condiciones de trabajo son tan
precarias para las mujeres que el 78% de las que trabajan no cuentan con
servicio de centros de desarrollo infantil para sus hijos ni de cuidados
maternos; los horarios de las escuelas públicas generalmente son más cortos que
sus jornadas laborales (contando en tiempo de traslado al trabajo de las
trabajadoras). Además, no existen o no se respetan las horas para la lactancia,
no hay seguridad en el empleo y al 15% de las mujeres se les siguen pidiendo
constancias de no gravidez para ser contratadas. La Organización Mundial de la
Salud recomienda la lactancia materna exclusiva como la mejor forma de
alimentación de los niños recién nacidos por 6 meses. Cuando esto no es posible
por lo menos debe durar cuatro meses. Sin embargo, en México la licencia por
maternidad, solo dura 45 días después del parto como ocurre en otros países de
América Latina.
Precarios, además, los salarios y derechos laborales que perciben quienes
tienen estudios profesionales para el cuidado infantil, las instalaciones
públicas en las que operan; sin embargo, en el banco de los acusados siempre
figuran como principales incompetentes, las pérdidas que han marcado la
historia producto de la omisión estatal, como los infantes calcinados en la
guardería ABC, las estancias infantiles derrumbadas y las muertes de niños y
cuidadores tras el sismo del 19 de septiembre, etc. Caen sobre sus currículos
ante el juicio social.
Con este pesado-recorte a la corrupción, hay pérdidas grandes para los
trabajadores, y para la niñez, la transformación para AMLO significa cargar más
sobre la familia la responsabilidad que le corresponde al Estado, si se
mantiene ese subsidio de 42 pesos al día, la madre de familia trabajadora,
(INEGI 2018, 49 de cada 100 mujeres son cabeza del hogar) tendrá que buscar en
el sector privado la atención de sus pequeños, ser más flexible ante su patrón
o patrona para trabajar más para asegurar la atención a su pequeña economía doméstica.
La corrupción anida en las instituciones y en los intermediarios
presupone AMLO, es el eterno discurso para que los trabajadores y el pueblo no
tomen en sus manos el rumbo de la sociedad, la familia es la institución que se
ha perfeccionado durante la historia del hombre, es la institución celular que
puede servir al proletariado o a la burguesía. El capitalista obtiene el máximo
beneficio a partir de ella, es su fuente de mercancías, ejército de reserva, debe
estar en las condiciones elementales para garantizar los relevos para la
explotación. La cuarta transformación plantea que para democratizar la sociedad
hay que empezar por la familia, en manos de los jubilados y pensionados se
criaran los infantes, a ellos se les dará un apoyo económico mensual; es decir su
contribución a la riqueza del capitalista no termina en la jubilación laboral,
el recurso del régimen implica que siga su esclavitud desde el trabajo doméstico
y la crianza de los infantes. Una democracia así disimula la esclavitud.
Democratizar la sociedad, desde la familia para nosotros implica medidas
que alivien la situación de los trabajadores y oprimidos. Nos importa una
democracia al servicio de los explotados, al servicio de aquellos que se
encuentran en una situación de desigualdad económica, política, social. Nosotros
planteamos la creación de instituciones modelo, comedores nutritivos, centros
para la educación de la infancia, guarderías, lavanderías, éstas ya existen,
sin embargo numéricamente, en calidad abonan a la dependencia económica de la
mujer frente al patr@n, para liberar a las mujeres de los trabajos del hogar,
de la educación de los hijos, su crianza, atención a los ancianos, es,
precisamente, ante todo que las mujeres trabajadoras organicen todas estas
instituciones para exigir con mayor claridad el tipo de responsabilidades del
Estado y los roles sociales; debe ser obra de las mismas trabajadoras. Para
cambiar esta situación, es necesario que se instaure el poder de los
trabajadores y no que se amplié el dominio del lucro privado, entonces las
tareas principales, urgentes para la emancipación de la mujer, y de la sociedad
serán la agenda política que concernirá directamente al campo de acción de los
trabajadores.