Recientemente
se han terminado las huelgas de los sindicatos del Colegio de
Posgraduados y de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, en
mayoría, todas las universidades han cerrado acuerdos en el aumento
directo del 3.35%. Mientras tanto, a poco más de 62 días de la
huelga estallada en la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y a 82
días de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) no parecen
llegar a un acuerdo próximo, al contrario ambas son ahora las
huelgas más largas que han tenido ambas instituciones. En la UACh el
problema se sigue polarizando con los temas de la próxima elección
de rector ahora con el supuesto nombramiento de rector interino,
figura creada por el propio Concejo Universitario a respuesta de
intereses mezquinos que representa y que buscan muy cómodamente
moldear el proceso a espaldas de la comunidad.
Por su parte la UAM, muy
diferente de la UACh, se impone a capa y espada el primer
ofrecimiento y con 50% de los salarios caídos, la administración
parece no ceder ni a propuestas que a medias tintas el sindicato ha
formulado como la recuperación salarial con el incremento del
tabulador del 10%. Hay tensión ya que de lograrlo el SITUAM rompería
el tope salarial y seria foco de atención por los demás sindicatos.
Entonces, se apuesta al levantamiento de la huelga sin acuerdos, se
busca la derrota del sindicalismo a días de la recién aprobada
reforma laboral. Paralelamente al llamado del Congreso de la CDMX se
convoca a una consulta de la comunidad para levantar la huelga.
En ambas universidades se
cultiva entre la base estudiantil el odio hacia la clase trabajadora
satanizando a los sindicatos. No es cierto que los problemas de ambas
universidades son los sindicatos o que sus demandas dejarán en
crisis financiera a las instituciones. Los grandes problemas, de los
que derivan muchos otros, son: la falta de democracia, la corrupción
y la mala distribución del presupuesto.
Hoy más que nunca la
acción consecuente es luchar por mayor presupuesto para la educación
y por la democratización de las universidades. Habrá que criticar
las muy populares encuestas por redes sociales que utilizan para
deslegitimar el movimiento sindical y defender intereses ajenos. Ya
que en su papel de esquiroles, si son importantes las opiniones de toda la
comunidad, pero consultar para democratizar la universidad, para el
manejo de recursos o para elección de representantes las masas se
vuelven inexistentes.