El inhumano modo de producción
capitalista está destruyendo nuestro futuro. Está exprimiendo cada fibra de
cada músculo de nuestros padres. ¿no es acaso este sistema contra el que aprendimos
hay que combatir? ¿no han sido nuestros enemigos de clases los dispuestos a
vencer?
La tendencia decreciente de la
tasa de ganancia (la crisis capitalista pues), la hemos estudiado y comprendido
la vigencia que actualmente tiene: el burgués, el capitalista, parásito vividor
de la clase obrera, para no perder sus comodidades, aumenta la jornada de
trabajo o disminuye el salario del trabajador “porque hay que hacer
sacrificios, en estos tiempos de pandemia nadie te dará trabajo”.
El capitalismo está orillando a
la juventud proletaria a emigrar, a trabajar en la informalidad, dejar la
carrera o la prepa truncas, ingresar a las filas del narcotráfico. Este último
destruye el tejido social. Hoy no
podemos hablar de tener un contrato colectivo de trabajo, vacaciones,
aguinaldo, no tenemos nada que perder.
¿Que nos toca por hacer? Reclutar
y Consolidar, ahí donde ni la hierba mala se da, pues un militante debe
inspirar a la organización, ser capaz de fundirse con el pueblo. Por último, compañeros
de la militancia y quienes nos lean, no caer en el derrotismo, porque la clase
obrera con o sin nosotros avanza. Recordemos las palabras y tareas prácticas
que Lenin planteaba “Jóvenes comunistas, ser el ejemplo donde puedan mirarse
los hombres y mujeres de edad más avanzada que han perdido cierto entusiasmo
juvenil, que han perdido la fe en la vida y que ante el estímulo del ejemplo
reaccionan siempre bien. Esa es otra tarea de los jóvenes comunistas.”
¡Por la unidad de la juventud
proletaria rumbo al socialismo!