Han transcurrido 8 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” ubicada en Ayotzinapa Guerrero, cuando se preparaban para asistir a la jornada nacional de lucha en el marco del 2 de Octubre que se llevaría a cabo en la Ciudad de México y fueron interceptados en Iguala por los paramilitares o delincuencia organizada en contubernio con el ejército de esa zona militar.

El montaje de la “verdad histórica” presentado por Jesús Murillo Karam durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto no fue suficiente para frenar las oleadas de personas que salieron a las calles para exigir la aparición con vida de los 43 normalistas y que cada 26 de cada mes se sigan ocupando las calles por la exigencia de verdad y justicia.

Los avances en las investigaciones al día de hoy, dejan en evidencia lo que el Estado buscó tapar con un dedo, la participación directa del ejército, así como de la policía de Guerrero y diversos funcionarios públicos que ocultaron su papel en la desaparición forzada de los estudiantes; sin embargo, aún bajo la 4T, hoy se sigue protegiendo a personajes como el General Salvador Cienfuegos quien fuera titular de la Secretaría de la Defensa Nacional en ese periodo, que terminó por deslindar al ejército y hoy goza de plena libertad, así como de Enrique Peña Nieto y Tomás Zerón, ex Secretario Técnico del Consejo de Seguridad Nacional que actualmente es protegido por el régimen de Israel y desde luego,  Omar García Harfuch quien encabezaba a la Policía Federal en Guerrero que hoy ha sido premiado como  Secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.

La impunidad prevalece en las investigaciones y mientras eso ocurre, se busca por exonerar a funcionarios públicos de mayor rango, girando órdenes de aprehensión a los de menor incluyendo a los del ejército para buscar lavarles la cara y fortalecer las desprestigiadas instituciones burguesas; así lo ha demostrado Andrés Manuel López Obrador, pues, el ejército es un aparato estratégico para imponer sus megaproyectos a través del fortalecimiento de este, en términos de presupuesto, administración de recursos y bienes, reforzado con la transferencia del mando de la Guardia Nacional a la SEDENA y demás medidas para seguir militarizando el país.

La 4T ha buscado imponer a toda costa una nueva “verdad histórica” por encima de las evidencias presentadas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes, dejando de lado su participación en la investigación y la revisión de la información en aras de mantener impune al ejército y dar carpetazo al caso, con la afirmación de que los 43 normalistas están muertos.

Lo de Ayotzinapa no es un hecho aislado, se desprende del papel represivo que han jugado las fuerzas armadas para reprimir, detener, torturar, asesinar y desaparecer a luchadores sociales, donde el normalismo rural ha sido golpeado una y otra vez en búsqueda de su desaparición, situación que siguen atravesando con los recortes presupuestales, el constante hostigamiento y falta de atención y solución a sus demandas. Hoy queda en evidencia que la política de la 4T se alinea a continuar reprimiendo y desapareciendo al normalismo, estrangulando su existencia con el abandono de estas.

Es por ello que, la lucha por la presentación con vida de los 43 normalistas, la exigencia de verdad, justicia y castigo a los culpables se debe retomar con más fuerzas en las calles. El llamado es a seguir fortaleciendo las jornadas de lucha hasta que los culpables materiales e intelectuales paguen por esta desaparición de Estado y esto solo lo lograremos con unidad en las movilizaciones y del pueblo en general, ligado a fortalecer las demandas de las y los estudiantes normalistas en su lucha por la defensa de la educación pública y de las normales rurales, el aumento al presupuesto, el respeto a la organización estudiantil, la reapertura de todas las escuelas normales cerradas por los gobiernos anteriores y sostenidas por el actual y la exigencia de justicia por los 43.

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

¡Fue el Estado!

¡Cárcel a Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos y demás criminales implicados!