Los jóvenes en México son una masa activa muy importante y dinámica para la revolución en nuestro país. Además de estar en las principales trincheras de batalla haciendo crítica política; escuelas, normales y universidades, organizándose de las formas más variadas, también podemos encontrar a esta juventud en las calles y dando la batalla contra la violencia reaccionaria del Estado burgués.

En cuanto a la situación depresión económica capitalista en México, también somos la juventud quienes cargamos sobre nuestros hombros jóvenes y fuertes el peso de la crisis que se manifiestan de diversas formas enmarcadas en “reformas estructurales”, político-económicas hacia la educación y al empleo. Esto conlleva a una situación cada vez más precaria de la juventud y un empobrecimiento más agudo. En el ámbito de la educación, la llamada 4T ha planteado el Programa Nacional Becas para el Bienestar Benito Juárez”. Se trata de becas para continuidad de estudios en el nivel medio superior. Sin embargo, pese a los esfuerzos de “apoyar” a la educación pública otorga becas que no han llegado al 100% de los estudiantes a nivel nacional, manteniendo la educación sin más presupuesto, cargando en la famila los costos de esta.

No solo no llegaron a cubrir el 100% del alumnado, en la becas, también este nuevo gobierno ampara e impulsa la privatización de la educación, apoyando con fondos públicos en forma de becas a instituciones privadas.

Por otro lado, la falta de empleos dignos, con derechos laborales y prestaciones de justas, son muros que se le anteponen a la gran mano de obra joven y calificada, usando todos los medios a su alcance para no dejar progresar a la juventud y seguirse enriqueciendo la burguesía. Pues es sabido que outsourcing o subcontratación, sigue presente y vigente en México, contratando trabajadores a través de otras empresas para evitar otorgar contratos colectivos, derechos laborales y demás.

Además de todo ello el programa social “jóvenes Construyendo el Futuro” se presenta como la solución al problema del desempleo, pero la realidad es que dicho programa favorece más al patrón que al joven trabajador pues en el entendido de que tal o cual joven “se está capacitando” para salir al mercado laboral, se le deja sin un sueldo real por el trabajo realizado respecto a cualquier trabajador contratado; se le niega el derecho a crear antigüedad entre otras violaciones a su condición de ser un trabajador en los hechos y no un becario.

Es por ello que la juventud representa un brazo fuerte si está organizado, que la juventud proletaria en México debe marchar con nosotros y enarbolar las banderas de la clase obrera a la que orgullosamente pertenecemos, para mejorar nuestras condiciones de vida y destruir el capitalismo.