El pasado 25 de julio fue presentado el sexto y último informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, a casi nueve años de los hechos, además de anunciar su retiro del caso.

La continuación de las investigaciones durante la segunda etapa de la investigación sigue abonando a la complicidad del Estado desde su participación en los hechos, ocultamiento de información e impunidad para los implicados. A la complicidad de las fuerzas armadas en el caso se suman acciones como la de un miembro de la SEDENA en el C4 que deliberadamente cambió la orientación de las cámaras para que no captaran los hechos durante la noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre, que la SEDENA mantuvo comunicación permanente con el secretario de seguridad púbica, comandancia de Iguala, policía ministerial de Iguala, comandancia de Cocula, policía municipal de Iguala, Ayuntamiento de Iguala, la 9a. región militar, 35 zona militar, 27 Batallón y soldados del sistema de inteligencia, radio taxis y sedes de SEDENA clandestinas. También la Marina está implicada, señala el informe.

El GIEI concluye, que el brazo del Estado estuvo presente durante la desaparición y este mismo ha puesto diversos obstáculos empezando por el ocultamiento de información, la burocracia, falta de seguridad para los sobrevivientes y testigos, falta de investigación de todos los hechos, filtración de investigaciones por la anterior PGR y la no investigación a los altos rangos.

Para el GIEI no es posible avanzar en las investigaciones si sigue el encubrimiento de los responsables por el Estado, para que haya justicia se necesita saber la verdad.

¿Qué hizo y qué hace la 4T y López Obrador frente al informe? seguir actuando hoy, como Estado, negar la participación de los aparatos represivos del Estado y seguir lavando y dando más poder a los criminales con licencia, por eso el GIEI se fue. El ejército, la marina como López Obrador no dirán la verdad. Lo más importante es que los Padres de los 43 normalistas y el pueblo solo confien en su lucha para alcanzarla y así demostrar una vez más la naturaleza neoliberal de esta llamada Cuarta Transformación.

El próximo septiembre se cumplen 9 años de la desaparición de los 43 normalistas y que sin todos los implicados en la cárcel y sin el conocimiento del paradero de todos los estudiantes no podemos hablar de justicia, es el deber de las organizaciones sociales y población civil continuar exigiendo su búsqueda y castigo a los culpables, a 9 años es imposible esperar que el gobierno, sin importar su color, asuma su responsabilidad por si solo.