Ya hemos hablado de la histórica
desarticulación del movimiento estudiantil en México y la actual
desmovilización de los estudiantes, ahora planteamos la necesidad de organizar
el movimiento estudiantil en México. El contribuir a superar estos problemas es
tarea fundamental para los revolucionarios pues es necesario en la lucha por la
educación pública, sin embargo, esta labor no es fácil y no debe quedar solo
como un objetivo a cumplir algún día.
La organización de los estudiantes a
proliferado en momentos muy puntuales, estas coyunturas se han caracterizado
por surgir y desvanecerse rápidamente. Nuestro campo de acción está en prepara
las condiciones para cuando esas coyunturas lleguen estemos en capacidad de
hacer acciones de mayor alcance, de tal forma que se den pasos para la
consolidación orgánica de las estructuras estudiantiles.
Consideramos es una necesidad avanzar en
democratizar los espacios y centros de estudio, porque los órganos de dirección
y gobierno en las escuelas sean los Consejos Generales de Representantes y las
asambleas generales con carácter soviético, es decir: con voceros o
representantes elegidos por la base estudiantil, pueden ser removidos del cargo
toda vez que no velen por las demandas de las bases, los CGR y/o asambleas
generales serán los máximos órganos democráticos con características
ejecutivas, resolutivas y busquen ejercer el poder para las decisiones más
importantes,
La reorganización del movimiento
estudiantil se puede abordar a dos niveles, nacional y escuela por escuela;
necesitamos que en cada unidad académica haya estudiantes que de acuerdo a sus
condiciones den grandes y pequeños pasos para la construcción de organización
estudiantil, aquellas donde el proceso esté más avanzado deberán jalonar al
resto desde una estructura nacional.
Nuestros objetivos por organizar el movimiento estudiantil no deben ser solo para la solución de las demandas gremiales, si no, que deben contribuir y ser parte de la lucha de los trabajadores contra los explotadores.