En la sociedad actual, el capitalismo ha moldeado muchos aspectos de nuestras vidas, incluyendo la salud mental de la juventud. La constante presión por el éxito, la competencia y el consumo puede tener efectos devastadores en el bienestar emocional y psicológico de todas las personas.

Uno de los principales factores es la presión por el éxito académico y profesional. Desde una edad temprana, lxs jóvenes somxs empujados a sobresalir en nuestros estudios y a obtener títulos que nos permitan acceder a empleos bien remunerados. Esta presión puede llevar a niveles elevados de estrés, ansiedad e incluso a la depresión. La idea de que el valor de una persona está ligado a su productividad y éxito económico es una falacia que se nos inculca desde temprana edad.

 Además, el consumismo desenfrenado promovido por el capitalismo crea una constante insatisfacción. Somos bombardeados con mensajes que nos dicen que necesitamos los últimos productos y tendencias para ser felices y aceptados socialmente. Esta búsqueda interminable de bienes materiales puede generar sentimientos de vacío y baja autoestima cuando no se pueden alcanzar esos estándares. Y aún cuando se alcanzan, terminamos sintiendo el mismo vacío.

El mercado laboral precario también juega un papel crucial. Muchos jóvenes enfrentamos la realidad de empleos temporales, mal pagados y sin beneficios. La inseguridad laboral y la falta de perspectivas a largo plazo pueden causar una gran incertidumbre y ansiedad sobre el futuro. La idea de que uno debe luchar constantemente para mantenerse a flote en un mercado competitivo puede ser agotadora y desmoralizante.

Frente a estos desafíos, es esencial promover sistemas alternativos que prioricen el bienestar colectivo sobre el individualismo. La solidaridad y el apoyo mutuo pueden ser herramientas poderosas para combatir los efectos negativos del capitalismo en la salud mental.

Para combatir esto, organizarse para luchar por una sociedad más justa a través de iniciativas comunitarias, cooperativas y redes de apoyo puede ofrecer un sentido de pertenencia y seguridad que contrarreste esta alienación y estrés.